19 de octubre de 2013

¿Qué es la leucomalacia periventricular?

Uno delos niños que tenemos ingresado en nuestras incubadoras fue diagnosticado ayer de leucomalacia periventricular. Es por ello que decidí dedicarle a esta enfermedad una entrada, ya que se trata de una condición no muy conocida, pero que afecta a un porcentaje no despreciable de recién nacidos, sobre todo prematuros.

¿Qué es?
Es un tipo de lesión cerebral que implica la muerte o necrosis de pequeñas áreas de la sustancia blanca del cerebro situada alrededor de los ventrículos laterales, debido a infarto o falta de riego sanguíneo en esas zonas. Es la segunda complicación del sistema nervioso central más frecuente en los niños prematuros.


¿Cuales son las causas?
Una de las causas más importante es el escaso flujo sanguíneo en las áreas alrededor de los ventrículos del cerebro. Estas regiones del cerebro son muy susceptibles a lesiones isquémicas, especialmente los niños prematuros y en especial por debajo de las 30 semanas de edad gestacional. Estoy puede producirse por restricción del crecimiento intrauterino y alteraciones vasculares de la placenta como en caso de preeclampsia, o también en alteraciones hemodinámicas antes del parto como las que ocurren en la placenta previa, el desprendimiento de placenta y los síndromes transfusionales en la gestación.
Otras causas son las infecciones en el momento del parto, como la corioamnionitis y rotura prematurda de tempranas.
Existen factores de riesgo posnatales sobre los que se puede actuar para disminuir el riesgo de desarrollo de leucomalacia periventricular, como la enterocolitis necrotizante, displasia broncopulmonar, la hipotensión arterial, la hiperbilirrubinemia o el uso prolangado de oxígeno.

¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico inicial se establece mediante una ecografía cerebral. En los niños prematuros se realiza de rutina para descartar ésta y otras enfermedades. En cualquier caso, una vez diagnosticada, se realiza una resonancia magnética para precisar la extensión de las lesiones.

¿Cómo se trata?
No existe tratamiento curativo para esta enfermedad. Lo que ayuda a mejorar sus secuelas es la atención temprana, la rehabilitación y fisioterapia.

¿Cual es su pronóstico?
Las secuelas de la leucomalacia periventricular dependen en gran medida de qué zonas del cerebro estén afectadas. Durante el periodo neonatal es asintomática. Suelen producirse posteriormente problemas en el desarrollo psicomotor, presentando un retraso o déficit en la adquisión de movimientos como sentarse, gatear o caminar. Alguno de estos niños pueden presentar parálisis cerebral, especialmente rigidez o aumento del tono muscular (espasticidad) en las piernas. También pueden aparecer problemas para el aprendizaje, la adquición del lenguaje o déficits intelectuales.

12 de octubre de 2013

¿Cómo hacer un lavado nasal correctamente?

Cuando nuestros niños, especiamente los lactantes, tienen un resfriado común, una de las medidas más eficaces para aliviar los síntomas son los lavados nasales. En mi día a día en las Urgencias, veo que muchas madres no lo hacen simplemente porque nadie les ha enseñado a hacerlo. En este post quiero explicarlos de la forma más sencilla posible cómo hacerlo de una forma eficaz.

¿Para qué sirven los lavados nasales?
Tienen una doble función, por una parte arrastrar la mucosidad nasal que obstruye la vía aérea y por otro hidratar el moco, haciendo que sea más fácil expulsarlo al exterior.


¿Con qué puedo hacer los lavados nasales?
Se pueden hacer con suero salino fisiológico o bien con aplicadores de agua marina isotónica y estéril, que como ventaja pueden ser algo más cómodos de usar, pero son más caros y no son más eficaces que el suero salino fisiológico.
Hay también a la venta soluciones hipertónicas que pueden ser más eficaces, ya que arrastran más la mucosidad nasal, sobre todo en concentraciones del 3%. Ejemplos son el sinomarin, marimer o nasalmer.
Si no queréis gastaros demasiado dinero, siempre podéis hacer vuestro propio suero salino fisiológico casero: se mezclan 500 cc de agua con 5 cc de sal de mesa común, calentando sin hervir y dejando enfriar a temperatura ambiente.

¿Cómo se realiza correctamente el lavado nasal?
Muy fácil. Ponemos al niño acostado y giramos la cabeza de modo que su mejilla toque la cama. Se introduce el suero en la fosa nasal que quede por arriba. Después se gira la cabeza hacia el otro lado y se repite la operación.
Es importante utilizar la cantidad correcta de suero y aplicar una presión adecuada. Si usamos poca presión, puede que el mecanismo de arrastre no sea efectivo, y si nos pasamos, podemos facilitar la entrada de gérmenes en el oído medio.
Se recomienda usar una jeringa de 2 mL por cada fosa nasal entre 1 y tres años, y una jeringa de 5 mL en los mayores de esta edad.
Una vez aplicado el suero, y después de esperar 5 minutos a que el suero ejerza su acción mucolítica, se pueden aspirar las secreciones bien con una pera de goma o bien con aspirador con succión bucal.

¿Cada cuanto se pueden realizar los lavados nasales?
Se pueden usar siempre que sean necesario, en función de las necesidades del niño. Pero es especialmente importante hacerlo antes de las comidas, para facilitarles su alimentación, y antes de acostarse, para facilitar el descanso nocturno.
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