27 de octubre de 2019

Cómo hacer un destete de forma respetuosa

Sabemos que la lactancia materna debe ser exclusiva hasta los 6 meses de vida, momento en el que el bebé iniciará la alimentación complementaria. La Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría, por poner algunos ejemplos, recomiendan que la lactancia se mantenga al menos hasta los 2 años de vida, y después el tiempo que la madre y el niño deseen.

La teoría así parece sencilla, pero en la práctica pueden surgir muchas dificultades. Un destete puede surgir de forma progresiva y natural, y no suponer ninguna dificultad para ninguna de las dos partes. A veces el destete surge por parte del bebé cuando la madre deseaba continuar. En ese momento la madre vive un sentimiento de "pérdida" que se convierte en un auténtico proceso de duelo. Otras veces el deseo de destete surge de la madre. Si estás leyendo esto probablemente te encuentres en esta situación y no sepas cómo hacerlo. Puede que tengas que empezar a trabajar, os tengáis que separar durante mucho tiempo, tengas alguna enfermedad o o simplemente sientas que haya llegado el momento de parar.


¿Tengo que destetar?
La decisión de destetar, como decíamos, es una decisión que toma una de las partes. La lactancia es cosa de dos. Cuando viene motivado por la madre, hay que recordar que hay ciertas situaciones que no son causa para el abandono de la lactancia, si la madre realmente no quiere dejar de hacerlo. Veamos algunos ejemplos.
- Crisis de lactancia. Puede que tu bebé esté muy demandante, no puedas más y te plantees destetarlo. Puede que se trate de una crisis de lactancia, que son de duración variable, pero transitorias. Una vez que pasen, el niño volverá a la demanda habitual.
- La toma de medicamentos. La mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia materna, como veíamos aquí. Si tienes duda, consulta siempre www.e-lactancia.org.
- El embarazo. No hay ningún problema con seguir la lactancia durante este momento, a no ser que estemos ante un una situación de riesgo, como una amenaza de aborto. Muchos niños se destetan solos durante el embarazo, ya que la producción de leche puede disminuir o cambiar su sabor. Otros deciden continuar mamando, y lo siguen haciendo tras el nacimiento del nuevo hermano. A esta situación se le llama lactancia en tándem.
- Enfermedad de la madre. Son pocas las enfermedades de la madre que contraindiquen la lactancia materna. Si tienes dudas, acude a un profesional sanitario con formación en lactancia.
- "La leche materna ya no alimenta".  Si alguien te ha dicho que la leche materna ya no nutre a partir del año, no es correcto. La leche materna se adapta a las necesidades del bebé conforme va creciendo, y siempre es la mejor opción frente a otro tipo de leche, como la de vaca.
- "El niño tiene vicio". Esta frase se dirige sobre todo a niños más mayores. Un niño no mama por vicio. El pecho de la madre no es solo alimento, si no que es refugio, conexión y amor. La lactancia prolongada no afecta de forma negativa al desarrollo psicológico del niño. Esta presión social no justifica un destete no deseado.

¿Cuándo es el mejor momento?
También dependerá de las circunstancias. Pero no es recomendable hacerlo en un momento que ya esté suponiendo un cambio para el niño, como por ejemplo el inicio de la escuela infantil, el nacimiento de un hermano o la retirada del pañal. Son momentos en los que el bebé incluso puede volverse más demandante al poder sentirse más inseguro y precisar mayor contacto.


¿Cómo hacer el destete?
Ante esta pregunta lo primero que debemos saber es qué edad tiene el bebé. La situación será completamente diferente si estamos ante un bebé de unos meses o ante un niño de 2 años. Cuando más pequeño sea el bebé,  a priori el destete será más fácil. También dependerá de si queremos hacer un destete total o solo parcial (sobre todo en relación con el destete nocturno). Lo ideal además es que el destete se realice de forma gradual, nunca bruscamente, para que de esta forma sea realice de la forma más respetuosa con el niño. 

En un lactante pequeño, en general menor a los 4-6 meses, se suele recomendar sustituir una toma de pecho por una biberón de leche artificial cada 2-3 días aproximadamente. De esta forma, el bebé se va adaptando al biberón, y el pecho se va adaptando a producir menos leche. A veces los bebés pueden rechazar los biberones, sobre todo cuando se los da la madre. Es normal. Lo ideal es buscar una tetina lo más parecida al seno materno. Si no hay manera de que acepte el biberón, una alternativa podría ser el vaso o vasito de aprendizaje.

En niños más mayores, alrededor de uno y dos años, el tema se complica. Para ellos no es solo alimento, la teta es "suya" y puede que no acepte un "no" por respuesta. Una de las técnicas más comunes es el "no ofrecer, no negar". Es válida sobre todo para los niños que ya no muestran mucho interés en la lactancia. En los más demandantes, que piden pecho a cada hora, no suele resultar eficaz a no ser que hablemos de un objetivo a largo plazo. Es una de las formas menos dolorosas para el niño, pero también la más lenta.
Como el niño ya es mayor, también podemos optar por dialogar con él y negociar. Podemos explicarle que la teta "solo es para dormir" o "solo en casa". También le podemos explicar que la "teta está cansada" y sustituir el momento de la toma por alguna otra actividad en que el niño disfrute con nosotros. Consiste en buscar la distracción del niño, y buscar algo atractivo que haga que se olvide del pecho, como por ejemplo entretenerlo con algún juego divertido, ir al parque, o leer algún cuento.
Podemos optar también por aplazar las tomas, explicándole al niño que le darás pecho por ejemplo "después del parque" o "después de jugar juntos", de esta forma no le estaremos dando un "no" rotundo. Otra forma es ir acortando las tomas, haciéndolas cada vez más cortas, por ejemplo: "contamos hasta diez y soltamos el pecho"



Solo quiero destetar de noche
El destete nocturno suele ser más complicado que el diurno. Para conseguirlo debemos cambiar la rutina de sueño del bebé para que se acostumbre a dormirse de una forma diferente que no sea el pecho. Esto es difícil, ya que si siempre se ha dormido con el pecho, lo normal es que siga demandándolo para ello. Esto lo haremos progresivamente. En este caso es muy útil el "método padre". Es decir, que sea el padre el que atienda al niño durante la noche, y en caso de despertarse, que sea él quien acuda. Para ello, el padre debe incluirse previamente en la rutina de sueño de forma progresiva, estando él también presente cuando lo amamantes o cuando se quede tranquilo después del pecho. En caso de hacer colecho, el padre puede ponerse entre el bebé y la madre.
Si el padre no es una opción, entonces debemos buscar otras formas para dormirlo nosotras. Por ejemplo, si le estamos dando pecho, procederemos a retirar el pezón de la boca antes de que el bebé se duerma. Cuando notemos que la succión no es tan profunda, y el bebé ya está relajado, le quitaremos al bebé el pecho de la boca, para que finalmente se duerma sin él. Si se vuelve a despertar, optaremos por acunarle, acariciarle, cantarle... para que se vuelva a dormir de nuevo. Si vemos que se vuelve a poner nervioso y demanda pecho, se lo podremos ofrecer de nuevo y empezar otra vez. Esto requiere paciencia y práctica, pero resulta efectivo. Intentaremos en este caso también la técnica de acortar la toma.
Si el niño es mayor, podemos explicarle que "la teta se va a dormir" y tras la última toma de la noche darle las "buenas noches" y no volver a darle pecho hasta al día siguiente. Para ayudarnos con esto, el libro "la teta cansada"de Montse Reverte o ·"es un buen recurso para explicar a los niños lo que está sucediendo.
Si hacemos colecho podemos optar a cambiarlo de habitación. A veces el no sentirnos puede hacer que se despiertae menos. Podemos contarle que ya es mayor y que tendrá una cama nueva para el solo. Si tiene hermanos mayores, podemos ofrecerles dormir con ellos si le hace ilusión.
Debemos tener en cuenta que si buscamos el destete para que el niño duerma "del tirón", podemos no tener éxito. El sueño es un proceso madurativo, independiente de la lactancia. Puede que tras el destete siga despertándose bastante de noche.

Sé realista
A veces estas técnicas no son útiles del todo o solo de forma parcial. Debemos mantenernos firmes. No es un proceso fácil, requiere su tiempo y debemos tener paciencia. Ojo con las expectativas. Siempre pretendemos hacerlo de la forma más respetuosa posible con el niño, pero también tenemos que saber que puede que tu hijo llore, palateee o incluso tenga alguna rabieta. Él no ha tomado esa decisión. Debemos ofrecerle nuestro cariño y nuestro amor,  empatizar , acompañarle en ese proceso de "pérdida" y respetar su ritmo. El niño lo acabará aceptando.

¿Y nosotras?
Cuando la lactancia ya está establecida no hay que tomar ninguna pastilla para "cortar la leche". Tampoco es útil vendar o comprimir el pecho. Idealmente el destete debe realizarse de forma gradual para que el pecho se adapte a la disminución progresiva de la demanda. De esta forma nos evitaremos problemas como la ingurgitación mamaria, las obstrucciones y las mastitis. Por eso durante el destete siempre debemos vigilar el pecho. Si sientes que tu pecho se congestiona, saca lo justo para descongestionarlo y aplica frío. Recuerda que la leche puede tardar años en desaparecer.


1 comentario:

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