17 de septiembre de 2014

Conociendo las leches artificiales (III)

Y siguiendo la estela de los anteriores post de "conociendo las leches artificiales, I y II) esta vez le toma a las fórmulas de crecimiento.

Las sociedades científicas no recomiendan el consumo de leche de vaca antes de los 12 meses de edad. Esto es debido al bajo aporte de hierro y vitamina D, entre otros inconvenienes, que puede significar su ingesta a muy temprana edad. No existe una recomendación definitiva de hasta qué edad mantener una fórmula infantil, aunque la tendencia actual es mantener una fórmula de continuación o de crecimiento (las leches "3") en la alimentación de los niños de 1 a 3 años dentro de una dieta variada para su edad. Las fórmulas de crecimiento constituyen un paso intermedio entre las fórmulas de continuación y la leche de vaca.



¿Qué es entonces una fórmula de crecimiento?
Las fórmulas de crecimiento "leches 3" son productos alimenticios destinados a los niños mayores de 1 año. Se elaboran a partir de la leche de vaca, pero modificando las proporciones de los distintos componentes nutricionales de forma que se adaptan a las necesidades nutritivas y a la capacidad digestiva del niño a partir del año de vida.
Las fórmulas de crecimiento pueden ser una opción sobre todo para aquellos niños "malos comedores" que pueden tener algún riesgo de déficit nutricional.
Se aconseja tomar 500 mL al día.

¿Cual es su composición?
La composición nutricional de las fórmulas de crecimiento se acerca más a la de una fórmula de continuación que a la leche de vaca. Presentan un contenido calórico similar o algo superior (65-77 kCal/ 100 mL). EL contenido de proteínas es ligeramente más alto que el de las fórmulas de continuación, pero menor en comparación con la leche de vaca. El contenido de grasas como de hidratados de carbono, es también muy similar en relación con las leches 2. En cualquier caso, presentan una distribución de energía entre los distintos macronutrientes más equilibrada. Están suplementadas con hierro, vitaminas y oligoelementos.

8 de septiembre de 2014

¿Puedo darle manzanilla a mi bebé?

Los cólicos son muy frecuentes en los lactantes más pequeños, y motivo de múltiples dolores de cabeza y noches sin sueño para los padres más preocupados. Una de las soluciones más populares es el uso de infusiones varias, como la manzanilla. ¿Se puede dar entonces?


Como os decía en anteriores post, los lactantes reciben todo lo que necesitan de la leche, bien sea esta materna o artificial. Un lactante que toma pecho puede estar perfectamente hasta los 6 meses sin precisar otra cosa que no sea leche. Los lactantes tienen un estómago con una capacidad limitada, por lo que si damos agua o manzanilla, es menos leche que tomará, que es lo que realmente alimenta y nutre. No es algo inusual ver niños en consulta que no ganan suficiente peso por tomar agua o infusiones como si de leche se tratara.

¿Es malo dar manzanilla?
La manzanilla no es perjudicial para los niños ni mucho menos, pero cuanto más manzanilla tome menos leche tomará. La manzanilla no alimenta.

¿Se le puede dar si tiene cólicos?
Se dice de la manzanilla que tiene propiedades calmantes, favorece la digestión y la relajación del intestino. Sin embargo, los cólicos no se curan con la manzanilla, si no con tiempo, paciencia y apego.

¿Y en caso de gastroenteritis? 
Si tiene diarrea y vómitos, además de líquidos también estará perdiendo iones y sales minerales. En este caso lo ideal es ofrecer suero de rehidratación oral, disponible en farmacias. La manzanilla y otras infusiones carecen de estas sales minerales, de glucosa, etc, por lo que no aportarán lo que el niño necesita para recuperarse. Importante: en caso de gastroenteritis en un bebé amamantado, no hay que quitar la teta, más que nunca ésta debe ser a demanda.

Y ojo... los preparados de hierbas no son tan inocuos como parecen. Cantidades importantes de hinojo o anís estrellado pueden resultar tóxicas. Por no hablar de que muchas de estos preparados artificiales "para bebés" contienen azúcares disfrazados bajo los nombres de dextrosa o maltrodextrina. Los lactantes no necesitan esto, lo que necesitan es leche.

Conclusión: lo ideal es no sobrecargar al bebé con infusiones, que tienen muy poca eficacia demostrada y sí bastantes inconvenientes demostrados.

4 de septiembre de 2014

Conociendo las leches artificiales (II)

Si en el anterior post os hablaba del concepto de leche artificial y las diferencias con respecto a la leche materna y la de vaca, en este post os hablaré de los tipos de fórmulas artificiales y su composición.

Tipos de fórmulas artificiales

  • Fórmulas para lactantes o fórmulas de inicio: son los productos destinados a la alimentación de los lactantes durante los primeros 6 meses de vida. Deben satisfacer las necesidades nutricionales de estos lactantes hasta la introducción de una alimentación complementaria apropiada. 
  • Fórmulas de continuación: son los productos destinados a la alimentación de los lactantes a partir de los 6 meses de vida como principal alimento líquido de una dieta progresivamente diversificada. 
  • Fórmula de crecimiento o de seguimiento: productos destinados a la alimentación de los lactantes mayores de 1 año como parte de una dieta diversificada. 
  • Fórmulas destinadas a usos médicos especiales: son productos destinados a lactantes cuya capacidad para ingerir, absorber, digerir, metabolizar o excretar determinados nutrientes está alterada.
La razón fundamental por la cual existen dos tipos diferentes de fórmulas durante el primer año de vida es que, a partir de los 6 meses, el lactante ha adquirido una madurez en los procesos de digestión y absorción intestinal, así como en la actividad de las enzimas del metabolismo y de la función de excreción del riñón, que ya es semejante a la del adulto. Por esta razón, ya no se considera necesaria a estas edades la administración de una fórmula tan elaborada y costosa como la inicial. En cualquier caso, si analizáramos la composición de ambos tipos de leche, no veríamos diferencias significativas (recordad que hace años había un tipo de leche artificial y ya... ahora hay leches de todos los números, colores y formas. El marketing también influye).


¿Y cual es su composición?
La composición de las fórmulas infantiles se encuentra regulada por la ley. Existen un tipo de componentes que son considerados esenciales para el correcto crecimiento y desarrollo del niño, y por tanto deben estar presentes en las fórmulas en una proporción establecida. Estos componentes son proteínas, hidratos de carbono, lípidos (grasas), vitaminas y minerales. Sin embargo existen otro grupo de componentes que no son considerados esenciales para el crecimiento del lactante, pero que añadidos de fórmula adicional a las fórmulas, podrían aportar un beneficio para su salud.
Entre estos componentes se encuentran:
  • Nucleótidos: son nutrientes semiesenciales, que favorecen la absorción intestinal de hierro, promueven el crecimiento de bifidobacterias en el intestino (bacterias buenas) y tienen un efecto modulador del sistema inmune.
  • Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPI-CL): entre ellos los más empleados son el ácido araquidónico (ARA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Se ha visto que son fundamentales para el desarrollo del cerebro y la retina.
  • Oligosacáridos: tienen un efecto prebiótico, es decir, favorecen el crecimiento de una flora intestinal más rica en bacterias buenas, favoreciendo también la respuesta inmunitaria.
  • Probióticos: la última moda. Son bacterias que pertenecen sobre todo a los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium. Favorecen también el desarrollo intestinal e inmnunológico.

¿Y hay más tipos de fórmulas artificiales?
Pues sí, esto no acaba aquí. Existen otros tipos de fórmulas que se utilizan bajo indicación de un pediatra. Estas son:
  • Fórmulas a base de proteínas extensamente hidrolizadas: son fórmulas a base de proteínas de leche de vaca que han sido sometidas a un proceso de hidrólisis (se rompen las cadenas que unen las proteínas de la leche). Están indicadas para el tratamiento de la alergia a la proteína de la leche de la vaca. De esta entidad os hablé de forma extendida aquí.
  • Fórmulas sin lactosa: aquellas en las que la lactosa es sustituida por maltodextrinas o polímeros de glucosa.
  • Fórmulas de soja: a base de aislado proteico de soja que sustituye a la proteína láctea. No contienen lactosa.
  • Fórmulas antirregurgitación: son fórmulas a las que se les añaden sustancias espesantes y que se utilzian para controlar o minimizar los vómitos y las regurgitaciones excesivas del lactante, así como en el reflujo gastroesofágico no complicado.
  • Fórmulas para errores innatos del metabolismo, antiestreñimiento, en insuficiencia renal crónica, hipercalóricas... como véis, el mundo de las fórmulas infantiles es muy amplio.